Hoy sentimos dar una triste noticia para cuantos conformamos esta hermandad. En la mañana de hoy, a los 90 años de edad, ha embarcado hacia el cielo, como en un eterno Galeón de Manila, nuestro querido Reverendo Padre el Sr. D. Fernando García Gutiérrez, sacerdote jesuita.
Nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1928. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona. Es jesuita. En 1956 marchó a Japón, en donde fue ordenado sacerdote en 1962, fue, además, profesor de Historia del Arte Oriental en la Universidad Sophia (Jochi Daigaku) de Tokio. Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, Académico Correspondiente de la de Bellas Artes de Cádiz. Ha dado cursos de Arte japonés en la Universidad de Sevilla, y como profesor invitado en la Universidad Nacional de México y en la Iberoamericana del mismo país. En 1993 le fue concedida por el Emperador de Japón la cruz de la «Orden del Tesoro Sagrado, con distintivo de Rayos Dorados y Rosetas» siendo uno de los pocos españoles que consiguió tan alta distinción. Ese mismo año sirvió de cicerone al heredero al Trono Imperial , al príncipe Naruhito en su visita a Sevilla y Coria del Río. En 1994 fue Comisario de la Exposición «Momoyama: La Edad de Oro del Arte Japonés» en Madrid. Durante dieciocho años (hasta el verano pasado) fue Delegado Episcopal para el Patrimonio en la Archidiócesis de Sevilla.
Entre sus numerosas publicaciones destacan:
– «El Arte del Japón» (Vol. XXI de la Colección «Summa Artis» de Espasa-Calpe, Madrid, 9ª edición en 1999).
– «Sesshu and His Masters» (Monumenta Nipponica, Sophia University, Tokio, 1961).
– «Artistic Trends in the Meiji Period (1868-1912)» (Monumenta Nipponica, Sophia University, Tokio, 1868).
– «A Survey of Namban Art (Arte producido en Japón bajo la influencia de las obras llegadas de Occidente en los siglos XVI y XVII») (Kodansha International, Tokio, 1971).
– «Japón y Occidente: Influencias recíprocas en el arte» (Ediciones Guadalquivir, Sevilla, 1990).
– «Momoyama: La Edad de Oro del Arte Japonés» (Catálogo de la Exposición tenida en Madrid, editado por el Ministerio de Cultura, Madrid, 1994).
– «Los Mártires de Nagasaki» (Ediciones Guadalquivir, Sevilla, 1996).
– «San Francisco Javier en el arte de España y Japón» (Ediciones Guadalquivir, Sevilla, 1998).
– «El Zen y el Arte Japonés» (Ediciones Guadalquivir, Sevilla, 1998).
– «La Arquitectura japonesa vista desde Occidente» (Ediciones Guadalquivir, Sevilla, 2001).
– «Catálogo de la Colección de Arte Oriental en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla» (Ediciones Guadalquivir, Sevilla, 2002).
A estos libros hay que añadir innumerables artículos publicados en el «Boletín de Bellas Artes» y «Temas de Estética y Artes» revistas de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, así como en otras publicaciones españolas y del extranjero, sobre temas de su especialidad de Arte Oriental.
Hoy estamos convencidos de que ya contempla el semblante de Nuestro Señor Jesucristo, quien seguro lo habrá liberado de las sogas de la muerte, para reencontrarse con los suyos y especialmente con su amigo y maestro el Padre Arrupe, quien le enseñó a ser ese hombre de Dios que tanta huella ha dejado en esta hermandad, como hermano fundador hace 40 años, cuando dirigió espiritualmente y fue uno mas entre aquellos chavales que con tanta ilusión pusieron en marcha esta corporación. ¡Cuantas cosas de la hermandad y de Écija hablará ahora con nuestro hermano D. Ignacio Osuna, que en Gloria está tambien!
Nuestra hermandad ruega una oración por su alma así como informa que la Santa Misa Mensual a celebrar mañana viernes a partir de las 20:30h de la tarde se aplicará, de manera especial, en recuerdo y sufragio de nuestro hermano y amigo.
Que el Señor, Nuestro Padre Jesús sin soga y su Madre Bendita de la Fe lo cuiden y hagan brillar para él, y para cuantos nos han antecedido en esa travesía, la Luz Eterna.
Siempre lo recordaremos con esa sonrisa de infinita bondad que siempre tuvo dispuesta a los que tuvieron ocasión de tratarlo y conocerlo.
Descanse en paz nuestro queridísimo “Padre Guti”.