La Hermandad de Nuestro Padre Jesús sin Soga y Nuestra Señora de la Fe comenzó su andadura en la primavera-verano de 1977. Su origen proviene de la unión de dos grupos de jóvenes de la ciudad que deseaban vivir más profundamente sus creencias cristianas. Uno se dedicaba desde tiempo antes a la visita de enfermos y necesitados, pero sin demasiados medios para resolver los problemas planteados, y el otro lo constituían personas que pensaban que las Hermandades de Penitencia podían ser instituciones válidas en la vida de la Iglesia, si se las dotaba de un contenido de formación cristiana, unión sólida entre sus miembros y proyección de sus vivencias a través de la caridad fraterna hacia las personas que lo precisaran. Aglutinando las iniciativas de uno y otro grupo, se logró la unión y cristalización de sus inquietudes en la fundación de la Hermandad como medio de actuación eficaz, que proporcionaba un marco para dar continuidad y organización a las actividades que se habían desarrollado de forma dispersa. La unión se producía en torno al culto de unas imágenes de Dios y su Madre, como centro del amor cristiano y, a la vez, inspiradores del amor hacia los hombres, nuestros hermanos.

Se solicitó permiso del Arzobispado de Sevilla para la elaboración de las Reglas, lo que se inició después de un periodo de prueba, memoria de actividades realizadas e informes del clero local y del párroco de Santa María Nuestra Señora, de la que depende la Iglesia de Santa Bárbara. En ella se estableció la Hermandad mediante autorización concedida por Decreto de 11 de Marzo de 1978 del Sr. Obispo Auxiliar y Vicario Episcopal de Laicos, D. Rafael Bellido Caro, formándose una Junta Gestora y realizando la primera Estación de Penitencia el 24 de Marzo de ese año.